Sonido diegético
En general, el sonido diegético es el que perciben los personajes; y el sonido no diegético es el que no se percibe. Sin embargo, según Chion, existe el sonido diegético subjetivo que corresponde a lo que los personajes imaginan y oyen en su interior, es la voz interior. Debemos entender que, aunque no es percibido por el resto de los personajes, sí lo es por el personaje que piensa.
Aunque el sonido extra-diegético se utiliza habitualmente como recurso dramático, algunos directores como Gus Van Sant utilizan precisamente el sonido diegético para acentuar el dramatismo y la tensión. Un claro ejemplo es Elefante (2003), donde el sonido diegético domina toda la historia. Incluso en el momento anterior a la matanza, la música que escuchamos proviene del piano de uno de los personajes principales.
No olvidemos a uno de los directores europeos más controvertidos, Lars von Trier. En su película Los Idiotas (1998), y en coherencia con las "normas" establecidas en Dogma 95, el sonido diegético tiene una enorme importancia. Por un lado, este sonido acentúa el realismo de la historia -de nuevo en línea con Dogma 95-; por otro lado, subraya el dramatismo de la historia.
Diferencia entre sonido diegético y extradiegético
Hablamos de sonido diegético cuando la fuente del sonido está en el espacio fílmico, es decir, pertenece a la historia. El principal requisito del sonido diegético es ser realista y coherente con el espacio dramático. La voz de los personajes, la música de una radio, el sonido de una puerta, etc. son sonidos diegéticos. Por otro lado, el sonido extra-diegético no pertenece al espacio fílmico, es decir, no concierne a la historia. La banda sonora y la voz de un narrador son claros ejemplos de sonido no diegético. En general, el sonido diegético es el que perciben los personajes; y el sonido extra-diegético es el que no se percibe.
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