Luz cenital teatro
Las claves para iluminar un escenario teatral
Si hay algo esencial en una obra de teatro es la atmósfera mágica que se crea en el escenario, y para ello es necesario combinar diferentes elementos como una buena interpretación, un sonido impecable o una iluminación adecuada que ayude al espectador a entrar en la historia. Este último elemento debe ser controlado por un profesional cualificado que haya completado una formación como Técnico Superior de Iluminación y Tratamiento de la Imagen, que incluye todos los conocimientos necesarios para convertirse en iluminador de cine y teatro.
Dependiendo del tipo de luz que ilumine la escena, podemos denotar alegría, tristeza o miedo. Los colores tienen fuertes connotaciones psicológicas que despiertan en nosotros sentimientos. Estas, combinadas con la forma y la dirección en la que la luz se proyecta sobre los objetos, nos darán aún más pistas.
En el teatro, la iluminación es un arte, una tarea difícil en la que los directores y técnicos crean una parte indispensable de la representación. Dependiendo del género o estilo de la obra, sabremos qué tipo de iluminación es necesaria. Por ejemplo, en una obra romántica usaremos lámparas filtradas en direcciones selectivas, mientras que en una farsa podremos ver una iluminación global.
Tipos de luces y cómo lograrlas
Lo primero que debemos saber para iluminar una escena, es que hay diferentes tipos de focos para hacerlo. Cada foco tiene una intensidad y por lo tanto, su efecto será diferente. El leko, es un reflector que produce una luz dura y definida; el fresnel es una luz pequeña y difusa; la batería es una tira y tiene luces suaves de diferentes colores; el panorama provoca una luz brillante y concentrada sin permitir el control; y el cañón crea una luz intensa y definida, ideal para seguir a un personaje por el escenario.
Una vez que conocemos los focos, debemos evaluar en qué dirección entrará la luz y qué sombras causará en las tablas. En primer lugar, están las luces delanteras, que enfocan la sala y el escenario cara a cara, iluminando de forma directa los movimientos de los actores y actrices.
Al otro lado del escenario encontramos los contras, que son esas luces que nacen en la parte posterior del escenario, enfocando los respaldos; cuando están por encima permiten efectos de saturación sin afectar a la definición del rostro (por ejemplo, azul intenso, atmósfera nocturna…); si están a la altura de los pies siluetean, y provocan sombras que pueden ser interesantes para algunos montajes.
Por otro lado, las luces laterales altas se utilizan en el teatro realista, ya que muestran dónde estaría la supuesta fuente de luz (ventana, sol…). Sin embargo, los lados causan un resultado diferente si son bajos, en esa posición se llaman «calles» y se usan a menudo en la danza, ya que modelan el cuerpo de los bailarines.
Luz cenital teatro
Seguramente también habrán oído hablar de la luz cenital, la que nace desde arriba, del techo del escenario. Este tipo de luz sirve para enfatizar, dando volumen y a veces un cierto aire de misticismo. En su posición opuesta se encuentran las luces nadir, que nacen del suelo y dan un efecto vaporoso o evocador. Menos conocidas son las luces de pie; frontales pero prácticamente del suelo, muy poco realistas y dan una sensación de terror o angustia por las sombras que provocan en el fondo.
En resumen, la iluminación de una escena teatral es una tarea que debe ser llevada a cabo por un profesional de la iluminación en línea con el resto del equipo de la compañía.