Realismo poético
Realismo poético
La definición «realismo poético» fue acuñada por el historiador Georges Sadoul, para aludir a una tendencia del cine francés, inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial, caracterizada por una serie de rasgos muy definidos. Por una parte, un marcado naturalismo en la elección de los personajes, a menudo procedentes de los sectores más bajos de la sociedad: desheredados de la fortuna, legionarios, desertores, proxenetas, prostitutas, delincuentes, suicidas. También es naturalista la topografía por la que pasan las historias: ambientes sórdidos, muelles, tabernas, suburbios industriales, hoteluchos equívocos, habitaciones con paredes descascaradas. Lo «poético» proviene del tratamiento que los libretistas y directores dieron habitualmente a este material, su romántica estilización de elementos negros, donde un implacable fatalismo preside la acción, la felicidad parece un espejismo inalcanzable, una visión sombría y pesimista de la existencia arrastra a sus criaturas a resultados trágicos casi infalibles.
Existe un contexto histórico más amplio y un contexto industrial más preciso para tales pesimismos. El período culminante del movimiento, que debe situarse entre 1933 y 1939, coincide con el desastre de las grandes empresas de producción comercial (Gaumont y Pathé-Natan), que pierden la confianza y el circuito de distribución, y que dejan libre la creación. El punto más bajo del cine francés se produjo cuando las empresas dominaron el cine. Cuando las empresas quiebran, el cine se vuelve creativo y memorable. La desintegración industrial tiene lugar en 1934 y aparecen empresas de producción independientes, a veces de los propios autores.
Características del Realismo poético
Los rasgos fundamentales del realismo son los siguientes:
- Trata de mostrar en las obras una reproducción fiel y muy apegada a los detalles de la realidad, por lo que abunda en descripciones.
- Se opone al romanticismo en su rechazo de lo sentimental y trascendental y en su alejamiento de los escenarios exóticos; aspira, en cambio, a reflejar la realidad burguesa individual y social en el marco del desarrollo histórico.
- Debido a su enfoque verístico o basado en la plausibilidad, el realismo literario también se opone directamente a la literatura fantástica.
- Hace un uso cuidadoso de la ejemplificación, para mostrar diversos perfiles de temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y lo no exótico son el tema central, exponiendo los problemas políticos, humanos y sociales según una mentalidad materialista e individualista burguesa.
- El lenguaje utilizado en los diálogos de estas obras abarca diversos registros y niveles, ya que expresa el discurso común de todas las capas de la sociedad e incluso reproduce el discurso popular, el registro coloquial y las características de los discursos regionales; en los pasajes narrativos, sin embargo, el estilo es académico, de largos y complejos períodos llenos de subordinación.
- A medida que avanza esta estética, el monólogo interior comienza a utilizarse cada vez más, y a partir de la mera descripción física de los ambientes y de los actos de los personajes, la psicología de éstos se hace más profunda. Los diferentes personajes son complejos, evolucionan e interactúan entre sí, influyéndose mutuamente.
- Las obras muestran una relación inmediata entre las personas y su entorno económico y social, del que son exponentes; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, de una clase social, de un oficio, etc. para lo cual el autor se documenta visitando los entornos y lugares, hablando con sus tipos y tomando notas de ellos que luego utiliza en sus obras para que den la sensación de realidad que busca.
- El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad, por lo que transmite algunas ideas tradicionales o progresistas de la manera más veraz y objetiva posible, recurriendo a menudo al género de la novela de tesis.