Teatro de lo absurdo

Teatro de lo absurdo

Teatro de lo absurdo
El teatro del absurdo es un estilo dramático desarrollado en los años 50 y 60 en toda Europa. El término fue implementado por Martin Esslin, un crítico de origen húngaro que definió este estilo de textos teatrales en su libro titulado Teatro del Absurdo. Así se agruparon una amplia gama de obras dramatúrgicas que proyectaban la condición humana como un aspecto sin sentido. Parte de este concepto del absurdo se basa en la obra filosófica de Albert Camus, El mito de Sísifo (1942), un ensayo en el que afirma que la vida humana es insignificante y su valor reside sólo en lo que surge de la creación. Esslin utiliza la palabra «absurdo» utilizando su significado puro, que expresa que el absurdo es todo lo contrario y opuesto a la razón, que no tiene sentido. Por lo tanto, puede ser visto como algo chocante, contradictorio, arbitrario, irregular, sin sentido e incluso extravagante. Dentro de estas características suele desarrollarse el teatro definido como absurdo. Generalmente, este tipo de dramaturgia recurre a cuestionar la existencia humana, estableciendo una brecha, un desnivel o una imposibilidad de comunicación concreta y efectiva. También propone personajes cuya existencia, contexto o situación, dentro de la pieza, se observa como carente de propósito o significado.

Los orígenes del Teatro de lo Absurdo

Los inicios del teatro del absurdo ocurrieron en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, específicamente durante las décadas de 1950 y 1960 en todo el continente europeo. El contenido de las obras de este estilo, sus temas y personajes, suelen describirse como un producto del colapso moral, religioso, político y social causado por las dos grandes guerras mundiales del siglo XX.

Fue la obra de Martin Esslin la que dio nombre a este movimiento del teatro. Entre los más renombrados dramaturgos de la época se encuentran Samuel Beckett, Eugene Ionesco y Jean Genet. Sus textos teatrales fueron parte de las principales referencias que Esslin usó para escribir su trabajo sobre el teatro del absurdo.

Esslin fue responsable de establecer algunos movimientos como los principales precursores. Entre ellos menciona la influencia de la comedia del arte y también el contenido de la tragicomedia. En esta última observa la presencia del elemento cómico dentro de la infelicidad de lo trágico.

Entre otras influencias, también menciona la patafísica, que es una disciplina que estudia soluciones imaginarias. También menciona el Dadaísmo, un movimiento que se opone a los códigos y sistemas del arte de principios del siglo XX. Se opone a la eternidad de los principios, las leyes, la belleza y la lógica, y en cambio se mueve a favor de lo espontáneo, aleatorio, contradictorio e imperfecto.

El surrealismo también se menciona por su relación con el hecho de trascender lo real, lo preestablecido y buscar el impulso irracional.

Características del Teatro de lo Absurdo

El teatro del absurdo tiene características que lo distinguen de otras formas de arte. Las estructuras dramáticas dentro de la obra escrita, la construcción de los personajes, las situaciones y otros recursos poseen ciertos detalles particulares. Entre las características más destacadas del teatro del absurdo están:

  • A nivel de estructura, el texto absurdo no es lo mismo que los textos con una estructura lógica tradicional.
  • Las acciones dramáticas suelen ser cortas y el desarrollo de la historia, como por ejemplo en la obra «Esperando a Godot» de Samuel Beckett, puede tener un carácter circular en el que ni las situaciones iniciales ni los personajes se modifican o transforman hacia el final de la historia.
  • El factor tiempo no sigue un orden lineal estricto. No implica una cronología de los acontecimientos.
  • El lenguaje puede ser dislocado, incluyendo frases trilladas, juegos de palabras, repeticiones e incluso normalmente rompiendo con la continuidad de algún instante.
  • El ridículo y la ausencia de significado son recursos orientados a mostrar una capa cómica pero que al mismo tiempo permiten vislumbrar un mensaje de fondo.
  • El contenido de fondo dentro del absurdo generalmente abarca temas como la política, la religión, la moral y las estructuras sociales.
  • Los personajes dentro del mundo del absurdo se ubican dentro de un universo incomprensible y carecen de un discurso completamente racional.
  • Entre otros aspectos, los personajes pueden estar en un estado frenético y ni el entorno ni la situación que les rodea suelen generar una transformación final.
  • Entre otras características, los personajes se extraen de estereotipos o arquetipos predefinidos. También pueden ser vistos como planos, similares a la construcción de los personajes dentro de la comedia del arte.
  • No hay un conflicto concreto dentro de la obra absurda.
  • La acción no hace girar la historia de manera lógica, sin embargo, permite la progresión de la obra.
  • Dentro de algunos análisis del teatro del absurdo, se habla de un tipo de dramaturgia que tiende a reflejar una existencia mecánica y automática del hombre.

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