Qué es proyectar la voz
Qué es proyectar la voz
En pocas palabras, la proyección de la voz es la fuerza con la que una persona habla o canta para que su voz sea fuerte y clara. Es una técnica vocal que se utiliza para generar presencia y atención, lo cual es esencial para los profesionales que trabajan con la voz, como cantantes, locutores, actores de doblaje o actores de teatro, por ejemplo.
Mucha gente cree que la mejor manera de mejorar la proyección de la voz es gritando. Nada más lejos de la realidad. Al gritar usamos músculos de la garganta que no debemos usar, lo que termina por lastimar nuestras voces.
Ejercicios para proyectar la voz
Si quieres aprender a hablar, lo primero que tienes que hacer es proyectar tu voz correctamente y para ello hay diferentes ejercicios que te ayudarán a mejorar. Hoy vamos a ver algunos de los más útiles y que te ayudarán en tu carrera en el mundo de la radio o el doblaje.
- Relajación. Aunque te parezca extraño, es muy importante que tu cabeza y tu cuello estén relajados por lo que tendrás que hacer algunos movimientos con ellos: mueve tu cabeza lentamente en círculos y de un lado a otro, levanta los hombros hacia arriba y hacia abajo…
- Postura correcta. Precisamente para relajar los músculos, una buena postura es la mejor manera de empezar. ¿Has intentado proyectar tu voz tanto sentado como de pie? Verá que es mejor de esta última manera. Inclínese un poco hacia los lados y hacia adelante, y coloque su columna vertebral bastante recta.
- El diafragma. Es muy importante que sepas cómo respirar con el diafragma, así que antes de hablar debes controlarlo para que la voz suene más fuerte si lo diriges desde el diafragma.
- Ejercicios faciales. Al menos una vez al día deberías ejercitar los labios, la mandíbula, la lengua y las mejillas. Abra y cierre la boca, mueva la mandíbula hacia adelante y hacia atrás, gire la lengua…
- Vocales. Un muy buen ejercicio es empezar diciendo una vocal suavemente, por ejemplo ‘a’, y aumentar poco a poco el volumen. No consiste en gritar sino en hacer que la voz llegue a un par de metros de distancia sin sonar estridente. Luego hay que hacerlo al revés, de más fuerte a más suave.